La huella del tiempo, donde habita lo real


Por Marcos Brugiati

Diego Cirulli habla sobre el paso del tiempo. A esto que tanto le tememos.

Su materia trata de llenar los vacíos transformando en realidad lo que "es" sin tapujos. Su obra exhibe los ropajes gastados por el uso y sus personajes de todas las edades reivindican los valores perdidos y dialogan con el espectador.

"Me atrae la huella del tiempo. Puede que detenga mi atención en elementos receptivos a esas marcas. Me atrapan signos que se convierten en pretextos para encontrarme con la pintura y abordarlos a través del color", explica Diego. Sus obras en lápiz sobre papel, tinta u óleo sobre tela, despiertan la facilidad que tiene el artista en narrar un buen todo, sin altibajos. Dispuesto a cambiar de formatos, afronta el color en forma sutil. Sus formas abiertas a veces desaparecen como las líneas. Los personajes en sus obras muestran rasgos bien marcados, son elocuentes y están pensando, con mucha expresión se manifiestan tal cual son. Su obra en movimiento doma al espectador para conducirlo a otro mundo, el real.

Tiene 28 años y vive en Buenos Aires, nació en Bariloche. De chico con los ojos abiertos dibujaba y no le atraía tanto la pintura hasta conocer su aroma, la dinámica de la mezcla y la búsqueda de colores. Explica que su vector era la emoción de la experiencia y el contacto con el material, "uno mientras crece va estructurando ciertos conceptos sobre los que camina, pero creo importante no perder ese primer sentir que se renueva y se transforma. Hoy intento que éstas premisas se mantengan latentes". A los 14 aprendió la esencia del arte con José Rueda por ocho años, mientras acudía al curso de ilustración de los Hnos. Villagran y al taller de realización escenográfica en El Teatro Colón, donde hoy forma parte.

Mientras termina su tesis en el IUNA, asiste al taller de José Marchi. El artista habla sobre una pintura en movimiento que no concibe detener, "trato de convivir con lo que hago y eso no es estático, va cambiando conforme pasa el tiempo. Allí creo que habita lo real".

Desde el lunes 19 de Octubre pueden verse sus obras junto a Raúl García Tato y Gabriela Schinoca en la Bolsa de Comercio -25 de Mayo 359- a las 18:45 hs, hasta el 30 de Octubre.

Realizó muestras individuales y colectivas. Pinta por encargo, confecciona escenografías y experimenta diferentes elementos que realzan su obra personal y lo hacen dinámico y creativo."La concepción de la imagen viene acompañada con una idea del material y formato. Busco conseguir un color que no encuentro, en eso aparecen las formas".
¿A qué le temés?

No sé si podría hablar con claridad sobre mis temores. Puedo decir que busco cultivar un buen discernimiento; claridad del sentir y el pensar que me lleve a un buen obrar.

¿Cuándo sentís que la obra está terminada?
Creo que en el trabajo se genera una relación afectiva. Hay un espacio de encuentro y uno intenta habitarlo y así se va construyendo la pintura. Pienso que uno no alcanza lo que se propone y queda algo en ese terreno de lo inaccesible, allí se produce como un puente que nos lleva siempre de una pintura a otra y esto es inagotable.