La rutina y los uniformados



Por Marcos Brugiati

“El arte para algunas personas es una necesidad inexplicable. Volcarme a la escritura fue vital, me marcó de por vida y me forjó una cierta personalidad y una nueva forma de ver el mundo y la realidad”, explica Ivan Morawski.
Es escritor. Estudia Licenciatura y Profesorado en Letras y tiene 25 años. Vive en Témperley, Zona Sur de Buenos Aires. Hoy presentamos su primer libro “Líneas de vida”, novela que relata un cambio de conducta. Critica el ruido de Buenos Aires, la velocidad y los valores que se perdieron a través del tiempo. El personaje de la obra vive y sueña, cree morir joven en un mundo de ruidos, rutinas y uniformes. Quiere escapar de su destino pero no puede. Viaja por la ruta y los recuerdos de su vida lo aturden. Sueña con su otro yo y llora cuando despierta solo.
“Empecé siendo adolescente -a los 16- escribiendo cosas sueltas sin un orden o formato. La mayoría de las cosas que escribía en esa época eran poesías y algún que otro borrador de lo que iba a ser un futuro libro de ensayo que nunca hice” comenta Iván, que en su infancia estudió en el Comercial de Témperley, y a los 17 conoció a su profesora de Literatura que lo estimuló hacia el mundo de las letras. Sus libros preferidos son las hojas en blanco. Su alivio, el tinte que llena despacio las líneas que luego se convierten en prosa.
”La rutina no nos deja pensar libremente, nos anula y vamos frenéticos a miles de lugares, como máquinas programadas”
La rutina y la ciudad: el vacío. Juntas se entremezclan y originan el viaje de Gastón –protagonista de la obra-. Su fuga dejó atrás todo lo que no quería ver. Sus expectativas de huída eran nulas, pero el camino habla y la ruta no tiene fin.
¿Quién es Gastón?
“Gastón es un hombre que en sus 26 años no hizo otra cosa que cumplir con sus responsabilidades: estudiar, trabajar y vivir según el diagrama de los otros, según lo que otros decían que debía hacerse. Se siente un fracasado con una vida absurda que no puede cambiar. Cuando va teniendo los sueños, despierta algo en él que estaba dormido, algo que estaba en su inconsciente y es eso el disparador para todo lo que después viene”
Su obra contiene las ilustraciones del artista Julián Dowble.
“Mi primer libro fue el Túnel. El Martín Fierro me sorprendió en la facultad”. Lee a De Santis, Sábato, Borges y Kafka.
El escritor utilizó mucha descripción: de la naturaleza, del viaje, de los estados de ánimo del protagonista y de sus recuerdos. Escribe simple, y a veces algo complejo. El escenario no deja de ser el Vacío. El pasado que fue el ruido, los zapatos y las corbatas; hoy es el silencio que duele pero después de luchar contra él, alivia.
“Líneas de vida” se puede encontrar en la Librería Ed. Dunken -Ayacucho 357- (Capital Federal) y en diferentes kioscos y revistas de Adrogué, Lomas de Zamora, R. de Escalada, Quilmes, entre otros.